El domingo 10 de mayo celebramos la fiesta de Nuestra Señora de los Desamparados. Una advocación que hoy más que nunca tiene un fuerte significado para nosotras. El atributo de madre de los Desamparados nos vuelve la mirada hacia tanta gente que ha muerto en esta pandemia. Y, sobre todo, provoca en nosotras la necesidad de un compromiso solidario y responsable ante la crisis social y económica que se nos viene encima. María, la madre de Jesús y madre nuestra, es la misma sea cual sea la advocación con la que la veneremos. Pero de acuerdo a los momentos históricos, unas advocaciones nos ayudan más a vivir conscientemente. Es el caso de la “Mare de Deu del Desamparats”.

En el ámbito de la “Provincia Francisca Pascual” hay otras advocaciones de la Virgen que nos dan luz y consuelo. En este mes de mayo, vamos a rezar juntas teniendo en cuenta estas advocaciones: Virgen de los Desamparados , Salus populi romani, Virgen de Fátima, Virgen del Pilar, Santa María de los Ángeles, Nuestra Señora de la Almudena ,Purísima Xiqueta, Nuestra Señora de Suyapa, Nuestra Señora de Marruecos, María Auxiliadora, Nuestra Señora de la Victoria, Nuestra Señora del Rosario Chiquinquirá, Nuestra Señora del Lluch, Inmaculada Concepciòn, Santa María Reina.