El 26 de abril, conmemoramos los118 años del fallecimiento de nuestra fundadora Madre Francisca. Sus últimas palabras fueron: “¡Jesús mío, misericodia!”
Madre Francisca se ha encontrado con Cristo, su Único Tesoro, su amor la ha transformado y experimenta una alegría tan grande que no la guarda para sí, y la comunica a los demás de ahí la reforma del Beaterio, la vida fraterna y la fundación de nuestra congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada que este año celebramos el 145 aniversario.